martes, 20 de marzo de 2012

Capitulo 35 Tu infierno está encantador esta noche

La mañana del viernes era fría y húmeda. Eva juntaba las cosas de su escritorio, era el último día que trabajaba para Joseph. En una caja guardó blocs de hojas, bolígrafos, pisapapeles, señaladores, alguna que otra carpeta y el pequeño portarretratos con la foto de The Beatles que la acompañaba desde el primer día. Sonrió al mirar la foto y recordar cuando la colocó allí.

-Asi que te vas.

-Oh, Edward. Si, me voy.

-Es una pena que nunca te hayas fijado en mi.

-Tranquilo, seguramente la que me reemplaze te tendrá en cuenta.

-Y como despedida....¿no querés ir a tomar algo conmigo esta noche?

-No.

-¿Esta tarde?

-No.

-¿Mañana?

-No.

-¿El domingo?

-¡Que no!

-Ok, ok, está bien....

El “estúpido” dio media vuelta y continuó con su trabajo. Margaret se acercó.

-Eva...es una lástima que te vayas

-¿Me lo dice en serio?

-Si...bueno, nunca nos llevamos muy bien que digamos....pero sos buena chica. Que tengas suerte.

-Gracias Margaret, yo también le deseo mucha suerte, de todo corazón.

Terminó de juntar todo, se puso su abrigo y salió a la calle. Sin querer, una lágrima rodó por su mejilla.



-¡Anne, se me hace tarde!

-Esperá, solo te enrulo dos mechones mas y termino –Anne trataba de enrular el pelo de Eva, que estaba punto de salir hacia el bar, rumbo a su ultima actuación.

-Pero ya es ondulado ¿para qué mas?

-Listo! Ahora sí estas hermosa

-Eva no olvides que mañana es mi cumpleaños –Dante la miraba, paradito en la puerta.

-¿Como voy a olvidar el cumpleaños del hombre de la casa? No digas nada pero....tendrás una sorpresa.

-¿Que es?

-Sorpresa, no se dice! Ahora si, me voy, deséenme suerte.



Cuando llegó al bar, se sentía contenta y triste. Ese sentimiento se acentuó aun mas cuando vio que, pese a que era temprano, el lugar estaba lleno de gente que estaba allí solo para verla. De entre esa gente apareció Jenny, como siempre con un vaso de algo en la mano, muerta de risa.

-Evy ¡no sabes la confusión que tengo!

-Me imagino, debe ser por todo lo que ya te habrás tomado.

-No, no, sólo me tomé éste –dijo levantando el vaso- Te explico, aparte ya es hora de que me confiese.

-No te entiendo nada.

-Patrick me encanta.

-Eso ya lo sabía jajaja

-El tema es que acaba de aparecer mi amor platónico y entonces estoy confundida ¡no sé con cuál quedarme! Jajajaja.

-¿Tu amor platónico?

-Si. También vino gente que conoces que te está buscando.

-Pará, pará, explicame mejor.

-A ver...¿cuál es mi amor platónico?

-Jenny estoy apurada, quiero entrar, hace frío y vos con tus adivinanzas...un momento –dijo poniendose seria- tu amor platónico es....Paul.

-¡Acertaste!

-Entonces...Paul...

-Si, si! ¡Está acá! Y ya te imaginarás quienes son la otra gente que te busca.

-¡No pude ser! Vos tomaste mucho.

-No, no, yo los vi y los reconocí ¡y eso que están muy bien disfrazados! ¡Vení! –tomó de la mano a Eva y la arrastró adentro del bar- ¡Ahí están! –dijo señalando una mesa con cuatro personas sentadas.

A Eva se le iluminaron los ojos y se iba a acercar cuando...

-Eva ¿viste todo esto? –Bill se veía muy contento

-Si...

-Vamos andá a prepararte, va a actuar Patrick y después vos

-Pero ¿ahora no puedo ir a...?

-No, no, ponete al lado del escenario ¡toda esta gente está por vos!

-Si claro....-dijo mientras Bill la empujaba hacia el escenario.

Patrick y su banda actuaron muy bien, como siempre, ya se estaban haciendo conocidos y hasta podria decirse que tenían fans. Jenny no le quitaba ojo de encima y Eva se dio cuenta que verdaderamente a su amiga le pasaban cosas con ese chico, pues se transformaba cuando lo veía.

Le llegó su turno y subió, mas nerviosa que lo acostumbrado.

-Buenas noches, sinceramente estoy muy impactada, no creí que me siguiera tanta gente...les agradezco mucho y sepan entender que me retiro de esto porque....mi vida cambió, para bien, soy muy feliz y todo gracias a unas personas que amo con toda mi alma –miró hacia el lugar donde estaban los chicos, no podia verlos bien por las luces y el humo, pero sabía que estaban allí- Asi que esto es todo ¡gracias!

La aplaudieron a rabiar y comenzó a cantar las canciones a las que “su público” ya estaba acostumbrado: Bob Dylan, Creedence, y por supuesto, Beatles. Remató su actuación con “These boots are made for walking” de Nancy Sinatra.

Cuando bajó del escenario sintió que una etapa de su vida habia finalizado. Con toda la gloria.



-Vení para acá –sintió unas manos en su cintura y reconoció de inmediato la voz de Ringo.

-¡Rin...!

-Shhh! –él, riendo, le tapó la boca con la mano- No te podíamos encontrar, vení.

La condujo hasta la mesa donde estaban sentados, a la que ella habia querido llegar pero que la gente que la saludaba no se lo permitía. Se sentó junto a él, que le sirvió una cerveza.

-¿Los chicos?

-Ahí vienen –señaló a tres que se acercaban muy contentos

-¡Al fin apareciste! –exclamó John

-No sabiamos donde te habías metido, estuviste genial –dijo Paul

-Un poco mas y tenés mas fans que nosotros –agregó George

-Chicos, si no fuera porque estoy muy feliz, los mataría ¿Como se les ocurre venir? Miren si losa reconocen....

-Tranquila, manejamos la situación –dijo Paul con aires de superioridad.

-Igual tiene razón, por allá hay un tipo y dos chicas que nos miran mucho...será mejor que nos vayamos –propuso John.

-¿Adonde? –preguntó Eva

-¡Adonde nos lleve el viento! –dijo Ringo -¡Vamos!

-Esperá naricitas, compremos algo –George sacó su billetera y se acercó a la barra. Los otros se quedaron en silencio, y Eva continuaba saludando a la gente que se le acercaba.

-Paul...-dijo cuando la dejaron tranquila –Verás...¿te acordás de Jenny?

-Si, tu amiga.

-Sos su amor platónico.

Paul largó la carcajada.

-Ella los reconoció, está acá. ¿Vos podrías...?

-Si, saludarla. Claro, vamos, aparte quiero conocerla.

-¡Gracias Paulie!

Eva tomó de la mano a Paul y comenzó a buscar entre la gente. Al fin encontró a su amiga y quedó asombrada: Jenny se besaba con Patrick en la oscuridad de un rincón. Al parecer, había optado por un amor real.

-¡Ya vámonos! –gritó George para hacerse oír, mientras levantaba dos botellas de vodka, acompañado por John, que llevaba cervezas.

-Falta Paul –informó Ringo

-No falto mas –Paul reapareció- Esperemos a Eva en el auto, dijo que ahora viene.

Así hicieron y luego de meter las botellas que habían comprado, se encerraron en el auto, tratando de evitar las miradas de quienes salían del bar o de los que pasaban por la calle. Desde allí vieron como Eva se despedía de Bill.

-Bill, ya te lo dije muchas veces, pero gracias, muchas gracias por todo.

-Y yo ya te dije que el agradecido soy yo, ya sabés que podés volver cuando quieras. Te voy a extrañar.

-Y yo también, la verdad que lo pasaba muy bien acá.....te deseo que sigas progresando así. Adiós.

Se despidió dandole un beso en la mejilla y se dirigió, apurada, al auto.

-¿Y bien? ¿Adónde vamos? –dijo cerrando la puerta. No obtuvo respuesta.- Hooolaaa! ¿Hay alguien aquí? Ahhhh, ya veo....son las figuras de cera del Madame Tussaud...

-Estamos enojados –Ringo se decidió a abrir la boca.

-Ohhh ¡uno habla! –rió- ¿Y eso? ¿Por qué están enojados, así, tan repentinamente?

-¿Quién es ese tipo? –dijo George

-Ah, ya entendí. Están celosos.

-¿Nosotros? ¿Celosos? Pero por favorrr....-dijeron al unísono- ¿Tanto se nos nota?

-Si.

-Bueno si, lo estamos....-asintió Paul

-¡Le diste un beso! –John golpeó el volante

-Chicos....no saben cuánto me encantan.




-SHE LOVES YOU YEAH, YEAH, YEAH. SHE LOVES YOU HEAH, YEAH, YEAH. SHE LOVES YOU YEAH, YEAH, YEAH, YEAAAAAAAAAHHH!!!! –John, ya un poco borracho, gritaba a voz en cuello junto a Eva, que también estaba un poco entonada.

Los cinco habían hecho unos kilómetros hasta llegar a un sitio despoblado, en una especie de pequeña colina desde la que se divisaban las luces de las casas cercanas. Esa era la única luz, sin contar la de la luna llena y enorme.

-¿Quieren? –Paul se acercó a ellos tomando del pico de una botella- ¡Ay! ¡Me caigo!

-Paul cuidado! –Eva lo tomó del brazo y lo tironeó- Si te caés de acá arriba te matás.

-Y bueno, me mataría por vos.

-Que cosas decís...

-Si no nos matamos mientras veníamos para acá, no nos matamos mas –dijo George riendo

-¡Oigan! –protestó John- ¡Yo no tengo la culpa de que esa vaca se haya cruzado en la ruta!

-Claro, y los tres baches y las dos veces que te saliste del camino también son culpa de la vaca ¿no?

-Bueno....no. Ya saben, cuando tomo me mareo enseguida.

-¡No mientas! –rió Ringo- Sos capaz de tomarte una bodega entera y quedarte de lo mas fresco.

-Está bien, está bien ¡es porque no veo!

-¡USÁ LOS ANTEOJOS! –dijeron todos

-No me gustan....me hacen ver feíto. Si los uso, Eva dejará de gustar de mi –dijo haciéndose el niñito.

-John...me gustás con o sin lentes.

-¿De verdad? –dijo tomándola de la cintura y dándole un suave beso.

-Si, de verdad –respondió sonriendo.

-¡John! –gritó Paul desde atrás del auto -¡Ya nos tomamos todo!

-¡Buscá abajo de los asientos!

-¿Y ustedes que hacen? –Eva se acercó a George y Ringo. Este último estaba sentado en el césped, y George en el asiento del acompañante, con la puerta abierta.

-Estamos armando porros. Me imagino que querrás uno ¿no? –dijo George.

-Ehh...no sé...

-Vamos, si ya los conocés, ¿te acordás cuando te convidé?

-Si pero....ahora estoy bastante mareada, tomé mucho y si fumo...

-No pasa ná! –rió Ringo

-El maldito John tiene un arsenal de botellas de whiskey abajo de los asientos.

-Paul, dejá de deambular con botellas en la mano, parecés un linyera borracho –George se rió, pero igual le robó una botella.

-Ey! ¡Vengan a sentarse acá! –gritó John, sentado en el suelo, apoyado contra la trompa del auto. Eva y Paul se acercaron.

-Creo que tomamos demasiado –Eva rió, mirando, las botellas vacías que habían quedado tiradas

-Se nota que no estás acostumbrada a nosotros todavía ¡esto no es nada! –Paul arrojaba las botellas al aire, que luego caían rodando por la colina, hasta que se cansó y se puso pensativo –Ammm...Evy....cuando te vi actuando pensé que fuimos muy egoístas.

-¿Eh?

-Es que lo hacés muy bien, y tenés gente que te sigue, y sé que a vos te gusta. Y dejaste eso por nuestra culpa, porque no queremos que trabajes y eso...

-Paul...no te sientas culpable...-le acarició la mejilla

-Es que es así...

-No, no. Aparte tarde o temprano dejaría, no es lo que yo quiero, no me gustaría ser famosa, eso quería antes, ahora ya no. Hoy me sentía bien por ver a todas esas personas, pero también incómoda, no sé cómo manejarlo. Quiero seguir siendo como soy.

-Sos tan linda y tan buena...-la abrazó y luego le dio un intenso beso

-Ey, ey, ey, no cuenten plata delante de los pobres

-¡Rich, vos siempre interrumpiendo todo! –se enojó Paul

-Pobrecito, no lo retes –Eva rió y abrazó a Ringo- Vos sabes que yo te quiero ¿no?

-Si, claro que lo sé

Iban a besarse pero John cortó todo con un grito desesperado.

-¡GEORRRGE! ¡Bajate de ahí!

Buscaron con la mirada, asustados, hasta que vieron donde estaba George. Parado, arriba del techo del auto, riéndose.

-Uy, se descontroló el enano.

-¡Mas enano sos vos Starkey!

-¡Harrison de mierda, me estropeás el auto y morís, te digo que morís! ¡Bajate!

-No quieeerooo

-Georgie ¿que haces ahí?

-La verdad, Eva, no sé jaja. Tenía ganas de pararme acá y ya me ves....

-¡BAJATE!

-Vengan para acá y dejen de pelear –llamó Paul- Siéntense.

Todos se sentaron en el césped, apoyados en el auto y mirando las pequeñas luces que se veían desde allí. Eva agarró una de las botellas de whiskey y tomó del pico. Se sentía desatada, probablemente por la cantidad de alcohol que llevaba encima. Paul tomó uno de los porros, lo encendió le dio unas pitadas y se lo pasó a Ringo.

-McCartney no seas rata, danos un porro para cada uno –dijo John- ¿Para qué carajo somos Los Beatles si tenemos que estar fumando todos de un mismo porro? Eso queda para los pobres...

-Primero fumamos todos de uno, después encendemos uno para cada uno.

-Uhh como una especie de rito, ¡me gusta! –dijo George.

Fumaron todos del mismo y después si, Paul repartió. Al rato estaban riéndose como tontos y encima seguian tomando.

-Qué linda luna....la pintaría –Ringo exhaló el humo

-Que vas a pintar vos...-bromeó Paul

-Che miren si nos caemos de acá, ¿yo veo mal o estamos sentados muy al borde? –George sentía un poco de miedo.

-Creo que si nos caemos no nos vamos a enterar –dijo Eva entre risas- Oigan...¿la única droga que consumen es ésta?

-No, tomamos pastillas –dijo Paul

-Dicen por ahí que hay un ácido....-John fumaba y parecía transportado a otro mundo- Yo lo probaría. Bah, yo probaría todo.

-John...

-Tranquila hermosa –dijo al ver que Eva lo miraba con cara de preocupación –No me pasará nada, me sé cuidar, recordá que soy John Lennon jeje. Y ahora...¡ABRAZO GRUPAL!

-SIII!!!

Riéndose, y como podían, se abrazaron todos y así se quedaron.

************************

Hola! bueno, nunca escribo acá en esta nove, solo les digo que publiqué rapido y voy a publicar otro mas dentro de pocos días porque quiero compensar el mes y pico que no subí. Y también decirles que, alguna capaz que se dio cuenta, casi todos los títulos de los capitulos son títulos o frases de canciones que me gustan mucho, asi que a partir de ahora les voy a decir a cuáles pertenecen, por si tienen ganas de escuchar. El de hoy es un tema de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, se llama El infierno está encantador esta noche, les dejo el link

http://www.youtube.com/watch?v=zVOoxTN4ztE

lunes, 12 de marzo de 2012

Capitulo 34 Vos podrías acompañarme y sentir lo que yo siento


Jenny todavía lloraba en la mesita del café donde habia ido con Eva. No lloraba de tristeza o bronca, como lo veníaa haciendo desde unos dias atrás, sino de alegríaa. Habia obtenido un puesto de secretaria en la Rock Magazine y todo gracias a Eva, aunque ella no quisiera reconocerlo.
-De verdad amiga, esto es genial, ¡no estoy en la calle! No le voy a decir nada, pero ojalá Joseph se entere de que estoy en la competencia. ¡Y todo por vos! ¡No sabes cuanto te quiero!
-Jenny no es para tanto, yo...
-¿No es para tanto? ¡Dejá de hacerte la humilde, querés! Esto hay que festejarlo, mañana vení a cenar a casa
-Mmmm....creo que no podré, Joseph me manda a cubrir una entrega de premios, o algo así. Será el último trabajo que haré para él.
-¿Lo sabe?
-No, se lo diré mañana.

Así, al día siguiente, golpeaba la puerta de la oficina de Joseph, que la hizo pasar. Lo vio despeinado, con ojeras, desmejorado.
-¿Sabes algo de Jenny? –preguntó sin antes siquiera saludarla- Ayer no vino y hoy tampoco
-Me dijo que está engripada –mintió
-Ah, pensaba que ya no se iba  a presentar mas, todavia le queda una semana de trabajo. ¿Qué necesitabas?
-Ehhmm....justamente es sobre eso, sobre el trabajo
Joseph levantó la vista del pocillo de café que tenia entre las manos y la clavó en ella.
-Verás....voy a dejar esta revista, me ofrecieron un puesto en...
-Rock Magazine ¿no?
-Si
-¿Y cuándo te vas?
-El lunes empiezo
-Muy bien –dijo asintiendo varias veces con la cabeza- Supongo que no tendré que mandarte a la entrega de premios de hoy.
-Puedo ir, aún estoy trabajando acá...
-Tomate el resto del dia –se dio vuelta en su sillón y se quedó mirando fijamente por la ventana.
Eva juntó sus cosas y al salir vio en la puerta un cartel: “Se necesita recepcionista y fotógrafa”.
Fue hasta su casa, Anne estaba limpiando y se sorprendió de verla llegar tan temprano. Charló un rato con ella y, luego de subir  a su habitación, comenzó a contar nuevamente el dinero que habia ganado en el bar. Lo puso en un sobre y bajó, tomo el teléfono y marcó un numero que ya sabia muy bien.
-¿Hola?
-Hola!
-Ey, Eva!
-¿Como estas Paul?
-Ahora que te escucho, genialmente genial
-Jajaja, que lindo sos. ¿Podés pasarme con George?
-¿George? ¿Por qué vas  a hablar con él? ¿No queres seguir hablando conmigo? –dijo haciendo vocecita de niño caprichoso.
-Me gustaríaa hablar con todos, pero me urge mas con George. Dale, pasamelo, no seas celosín
-Está bien....-respondió de mala gana- ¡¡¡GEORRRRRRGGGE!!!!!
Después de escuchar varios gritos mas, y voces y ruidos que la hicieron reir, al fin pudo hablar con George
-Hola caramelo
-Hola bombón ¿como estas Georgie?
-Mal, porque te extraño
-Mmmm...creo que ya no me extrañarás mas, siempre y cuando no tengas nada que hacer ahora....
-¿Me estas invitando a salir?
-Necesito un favor....¿podrías acompañarme a....-bajó la voz y casi en un susurro continuó- ....comprar una guitarra?
-¿Una guitarra? –dijo el imitando su volumen de voz
-Si...
-¿Y por qué hablamos así? ¿Es secreto de Estado?
-Jaja, es que espara Dante y está por acá dando vueltas...quiero que sea una sorpresa. Asi que si, es secreto de Estado, señor agente.
-Comprendido señorita agente, ahora mismo paso por usted.
Media hora despues, George estacionaba su auto y Eva salía apurada de su casa e intentaba entrar al auto.
-George ¡abrime!
Bajó el vidrio y la miró, muerto de risa.
-¿Contraseña?
-¿Eh?
-Contraseña
Entendió a lo que se refería, aún seguía con el juego de los agentes.
-Si no sabe la contraseña, usted es una espía. Repito: ¿Contraseña?
-Te amo
La miró como sorprendido e hizo una sonrisita soñadora, y luego le abrió la puerta. Eva subió riendose.
-George, dejá de mirar películas...-no pudo seguir hablando porque el le plantó un enorme beso
-Iremos a la mejor casa de música –dijo acomodandose detrás del volante y arrancando.
-Pero....tanto dinero no tengo....
-Tranquila, me conocen.
Al rato, miraban todas las guitarras para niños que habia, pero no se ponian de acuerdo, Eva las elegia solo por su apariencia y él por su calidad. Al fin coincidieron en una y se dio cuenta de que le sobraria bastante dinero, por lo que también decidió comprar una funda.
-¡Mirá esta!
-¿Fundas con nuestras caras?
-¿No es genial? Le compraré ésta, quedará encantado
-No quedará encantado, quedará traumado jaja
-Es un fan y para un fan nada es suficiente. Me da ganas de comprarme una para mi
-¿Y para que querés una funda asi si nos tenés en vivo y en directo? Especialmente  a mi....-la tomó de la cintura y le dio un pequeño beso.
-George, nos van a ver...
-Ya te dije que me conocen, no pasa nada.
Pagaron las cosas y se metieron dentro del auto.
-Tengo hambre –dijo ella riendo
-¡Vayamos a comer papas fritas!
-Pero...son las 5...es la hora del té
-Pero yo tango ganas  de comer papas fritas. Y también hamburguesas.
Fue asi como al rato, todos en un negocio miraban a esa apareja de locos que a esa hora de la tarde comía hamburguesas y papas fritas como desesperados.
-Ya no quiero mas –dijo Eva empujando su plato
-Lo comeré yo
-Me pregunto donde te entra tanta comida ¡sos la envidia de muchas mujeres que queremos comer sin engordar!
-¿Viste? Hasta en eso soy un misterio jeje ¿Qué te parece si ahora vamos a tomar helado?
-¿Querés seguir? Jaja
-Esta bien, olvidemos el helado, lo que quería en realidad es ir al parque
-¿A cuál?
-El parque donde esa vez nos peleamos y después nos reconcilamos ¿te acordás?
Terminaron de pasar la tarde en ese mismo parque, donde se divirtieron como dos niños e incluso intentaron, sin éxito, remontar una cometa, que George, tirando abajo el mito del beatle tranquilo, rompió a patadas.
-¡Esta porquería no anda! ¡Vas a morir!
-¡George! ¡No vuela porque no hay viento!
-Demasiado tarde, la destrocé. Auch, casi se me cae el bigote falso –se pegó de vuelta el bigote y la tomó de la mano.
-¿Sabes que? Esta mañana cuando me levanté, por nada del mundo me hubiera imaginado que pasaría casi todo el dia con vos –dijo Eva
-¡Y yo tampoco!
-Pero ahora...será mejor que vuelva a casa...
-Tenés razón, vamos
Una vez dentro del auto, la abrazó y comenzaron a besarse. Eva sintió que si George no paraba ella tampoco lo iba a poder hacer.
-George....George....-dijo separándose.
-Por favor Eva...quedate conmigo –dijo mirándola profundamente
Lo vio como desesperado, y a la vez como si fuera un niño abandonado. Muchas cosas se le cruzaron por la cabeza, entre ellas, que George la podía, tenía algo....distinto. Le pareció que una luz se abría paso en su mente. Quizás fuera George, quizás toda esa historia se terminaría con George.
-Vamos –respondió al fin.


Cuando abrió los ojos vio por el ventanal de aquel lujoso hotel que era de noche. No pudo ver mas porque George comenzó a cubrirle la cara de besos, hasta que se detuvo, y por su expresión, parecía que habia recordado algo.
-Uy! ¡Yo tenía que ir  a una entrega de premios!
-¿Ustedes iban a estar? yo tenía que ir, pero al final no....voy a aprovechar para cenar con Jenny, me invitó y tuve que decirle que no, pero ahora le daré una sorpresa –se sentó en la cama y con la vista buscó su ropa. George la abrazó por detrás y la hizo caer otra vez, entre risas.
-Por favor, no te vayas –dijo poniendose serio
-Pero...vos tenés que ir a esa fiesta...
-¿Y qué? No voy y listo.
-Se van a preocupar por vos
-No me importa, quiero portarme mal y si es con vos, mejor.
-Pero...
-Eva, pasemos la noche juntos.
Asintió y la besó, y otra vez se sintió incapaz de controlarse. Si, quizás fuera George....